El éxito está intrínsecamente ligado a la palabra triunfo. Aunque a veces no es así.
La característica principal de las personas que tienen éxito en todo lo que hacen es la confianza en si mismos. Podemos decir que este grado de confianza les permite asumir los riesgos planificados y arriesgar en hacer lo que ellos creen que es correcto.
Pero además “quiero tener éxito” o “tengo éxito” es una creencia personal que no a todas las personas les puede resonar por un igual. Y que tu “éxito” personal y profesional va a depender de la gestión esta creencia en ti y en tu equipo.
Debes considerar que las personas que son líderes en su vida privada y profesional “hacen lo que tienen que hacer”, y además de tener la creencia de “quiero tener éxito” o “tengo éxito”, tienes que añadir un ingrediente importante que es el valor personal de querer tenerlo.
No sólo basta en “Quiero tener éxito”, sino que además tienes que demostrar con tus acciones que estas luchando por conseguirlo.
Pero claro, no todo es tan bonito cómo lo pintan.
El gran enemigo del “Tengo éxito”.
Creo firmemente que la mejor manera de explicar las cosas es hablar de lo que uno ha vivido y ha experimentando por si mismo.
Os detallo un ejemplo:
“Empresa familiar, hijo del propietario. Esta persona ni ha creado una empresa, ni ha luchado para levantarla. Se lo ha encontrado todo hecho. Cómo buen hijo de papa con 18 años, su padre le compra un coche de gran cilindrada, que, por cierto, no ha pagado. Cómo es el hijo del propietario al cabo de 5 años, con 23 años su padre le pone delante el control de la producción de su empresa.
A nivel profesional se presenta a concursos y gana premios a nivel nacional. Si que es una persona con habilidades personales muy buenas, pero con unas creencias irreales de lo que es el éxito. En los siguientes años, sigue llevando la producción de la empresa de su padre. Pero cómo es lógico, ni el decide ni sabe como gestionar a su equipo. Pero el cree que es una persona de éxito. Tiene dinero, tiene chicas, su padre le ha dado trabajo sin demostrar su valúa como profesional y además heredero de un negocio rentable.
Como todo le va viento en popa se vuelve “arrogante”. Y que pasa cuando te vuelves “arrogante”, no escuchas, no preguntas, no consultas y además descartas las opiniones de los demás si no corresponden con sus exigencias y que no permiten ninguna sugerencia de nadie”.
¿Os suena?
Este ejemplo, es uno de los tantos que podríamos explicar de personas que su “éxito” o “manera de gestionar su éxito” les ha vuelto arrogantes y de sobrevalorar por encima de sus posibilidades el desempeño de su trabajo y acciones.
Un líder, en su vida privada y profesional, es aquella persona que la tiene muy infundada la creencia e integrado el valor del “quiero tener éxito” o “tengo éxito” pero con una imagen de si misma y de los demás muy potente.
El líder de éxito, no sólo “quiere éxito para el”, sino que además lo quiere para la gente que le rodea ya sea en su vida privada o familiar.
En resumen.
La buena noticia es que las creencias personales para conseguir retos importantes como el sentido de la confianza y tener el valor de hacerlo son imprescindibles para conseguir lo que uno se propone
La mala noticia es que la arrogancia, la falta de voluntad de escuchar a los demás les puede alejar de lo que sería su mejor fuente de información y colaboración que es su equipo.
Y ahora te toca a ti definir como quieres gestionar tu éxito y si estas dispuesto a no frenar tu progreso. ¿Estas dispuesto a cambiar?
Ayuda con tus comentarios a más gente para servirles de guía y recuerda que nos vemos, compartiendo tú éxito cuando tu quieras.
Un saludo.
¿En qué te puedo ayudar?
M. +34 690078686
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