Hace unos años me compré un libro al que no hice mucho caso. Por aquel entonces lo empecé a leer, me gusto, pero por mi inexperiencia e ignorancia me pareció otro de estos libros de autoayuda.
Un libro de un escritor que te daba lecciones que cómo debías hacer las cosas. Pero con el tiempo me he dado cuenta de que es de vital importancia que sigas sus consejos.
Hace poco un amigo mío me comento que el lo había leído otra vez y lo tiene como referente Además a menudo, en las charlas que da, habla de este libro.
En la página 29, al menos de la edición que yo tengo. Explica que una de las causas más comunes del fracaso empresarial y quizá, también personal es el hábito de abandonar cuando una persona se ve presa de una frustración temporal.
Os voy a explicar una historia:
Una persona fue “presa de la fiebre del oro”, en los días que era una fiebre endémica. Cogió sus pocas pertenencias y se fue al Oeste a hacerse rico.
Al llegar obtuvo una licencia y se fue a trabajar con el pico y la pala
Al cabo de meses de trabajo intenso tuvo la suerte de encontrar un filón del metal brillante. Al darse cuenta de que necesitaba maquinaria. Volvió a cubrir el filón de oro, fue a contárselo a sus parientes. Reunió el dinero necesario y volvieron a la mina.
Extrajeron el primer carro del rico mineral. Con unos carros más de material saldarían sus deudas y se harían ricos.
Pero entonces ocurrió algo que no preveían. El material desapareció. Habían llegado al final de la veta. Siguieron perforando en un desesperado intento de encontrar otra veta de material, pero el intento fue en vano.
Como podrás deducir, abandonaron en el intento:
Vendieron la maquinaria a un chatarrero por mucho menos del dinero invertido y tomaron el tren para volver a casa. El chatarrero llamo a un ingeniero de minas para que hiciese una prospección. Después del estudio el ingeniero descubrió que el proyecto había fracasado porque los dueños no estaban familiarizados con las “Vetas Falsas”. Los cálculos que hizo el ingeniero demostraron que la veta reaparecería al cabo de “un metro solamente de donde dejaron de excavar”.
El chatarrero extrajo millones de dólares porque supo buscar asesoramiento de un experto antes de darse por vencido.
Todos pensamos que lo sabemos todo y que somos autosuficientes. Lo mismo ocurre hoy en día con algunos empresarios que desoyen los consejos y ayuda que les pueden ofrecer.
¿Quieres ser uno de ellos?
El libro se llama ¿Piense y Hágase Rico? De Napoleón Hill.
Recuerda, nos vemos compartiendo tu éxito cuando tú quieras.
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