Te preguntas por qué las personas dejan las empresas. En este caso no lo dejan por la compañía, lo dejan por un mal jefe.
En toda mi vida profesional he topado con jefes de los cuales guardo un grato recuerdo. Eran personas que profesaban respeto y tenían algo que te unía a ellos. También me encontré con jefes a los que es mejor olvidar y dejarlos por lo que eran, unos verdaderos incompetentes. ¿Conoces alguien así?
Por otra parte, también he sido jefe y propietario de mi empresa a la que tenia personas a mi cargo. Esto me hace reflexionar en el tiempo que quizá yo también cometí errores, no llegue a entender lo que querían transmitir y que tenia que haber aprendido a detectar sus necesidades.
La conclusión: Las personas no se van de las empresas, porque es una mala empresa, se van, por que no te aguantan, están hartos y además no ven su futuro a tu lado.
Los grandes comités de dirección no te van a reconocer tu trabajo. El único que te va a reconocer tu valúa será tu jefe directo.
Pero ¿Qué puedes hacer tu por tu equipo?
Hablar con ellos
¿Les preguntas como se sienten a tu lado? ¿Cómo te podría ayudar esta persona para conseguir que tu trabajo sea mejor? ¿Qué puedo hacer para que sigas formando parte de mi equipo? Atrévete a descubrir lo que las personas pueden hacer por ti. Te vas a sorprender.
Habla de su futuro en la empresa:
¿Te gusta tu trabajo? ¿Puedes desarrollar todo lo que sabes en tu puesto de trabajo? ¿Qué trabajo te ves haciendo en el futuro? Conversa con estas personas, de lo que sabe, de sus esperanzas e ilusiones de lo que mejorarían de su puesto de trabajo y sobretodo escucha y toma nota de lo que te pueden aportar.
Aumentar su crecimiento personal:
Deja que estas personas escojan algunos de los proyectos o tareas en las que se puedan sentir cómodos y enriquezca su trabajo.
Ponerse de acuerdo.
En todo trabajo o equipo siempre hay personas que es muy difícil ponerse de acuerdo con ellos, ya sea por su carácter o su situación laboral. Sea sincero y solicite “feedback”. Solicítales como podéis trabajar juntos. Escúchales muy atentamente y sobretodo no opines. Después cambia alguno de tus hábitos de trabajo y de comportamiento. Al fin y al cabo, ellos te ven a ti trabajar y decidir.
Añade pasión en su trabajo:
Organizar eventos, desayunos, reuniones en las que no se hable sólo de trabajo. Puedes poner a todo tu equipo o lo puedes hacer individualmente. Pregunta ¿Qué te gusta hacer? ¿Qué te gusta hacer en el trabajo? ¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre? Toma notas y que te ayuden a hacer una lluvia de ideas. Estas personas al final lo que buscan es sentirse bien en el trabajo que es donde pasas una parte importante de tu vida.
Pide a estas personas como les gustaría ser recompensadas:
Pídele como le gustaría se recompensado en su trabajo. La única condición es que la mitad de las ideas que te dé esta persona deben ser de bajo coste o nulas.
Compra de tiempo:
Regala a las personas de tu equipo unos vales por compra de tiempo – uno por cada mes del año -. En este caso estas personas podrán hablar durante 20 minuto de cualquier tema contigo. Tu función aquí no es comprender lo que dicen ni tampoco criticar o juzgar. Simplemente debes escuchar. Repito, solo escuchar. Después de la conversación pídeles como se sienten y si les ha servido esta experiencia. Comenta lo que habéis aprendido mutuamente y lo que os lleváis. Pero sobretodo, solo escucha.
Y ahora. ¿Cuándo vas a empezar a hablar con tu equipo de cosas interesantes?
Tu equipo lo es todo para ti. Tu no existirías si no fuese por las personas que tienes a tu alrededor. Sin su ayuda, sin su profesionalidad.
Piensa: Una persona sola; llega rápido, aunque las personas con sus equipos llegan lejos. ¿Ves la diferencia?
Recuerda, si eres líder debes dispensar la mejor ayuda y comprensión a tu equipo. Si no, serás el mismo jefe de siempre.
Y ahora, envía esta información, ayuda con tus comentarios y nos vemos compartiendo tu éxito cuando tú quieras.
Gracias por tu difusión.
¿En qué te puedo ayudar?
M. +34 690078686
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